viernes, mayo 09, 2008

El as


Pocas personas pueden jactarse de construir paralelamente una peligrosa reputación como el terror de los casinos y una brillante carrera en el mundo de la informática.
Es el caso del estadounidense de origen taiwanés, Yuchun Lee, fundador de la empresa de software Unica e inspirador de la película "21", que protagoniza Kevin Spacey.
Lee adquirió notoriedad en el mundo de las apuestas al formar parte de la pandilla de Los Anfibios, un grupo de estudiantes y graduados del Instituto de Tecnología de Massachussets, Estados Unidos.
Utilizando un disciplinado modelo matemático de conteo de cartas el grupo consiguió aumentar espectacularmente sus probabilidades de éxito en los casinos.
Blackjack
Para aplicar su modelo, Lee y sus compañeros de apuestas se concentraron exclusivamente en el Blackjack, juego que consiste en obtener 21 o acercarse lo más posible a esa cifra mediante la suma de los valores de las cartas.

Se trata del único juego de casino donde el participante tiene una cierta oportunidad de vencer regularmente a la casa, ya que puede tomar sus decisiones de apuesta basándose en las cartas que se han repartido sobre la mesa.
Los Anfibios se distribuían en grupos de 8 a 12 personas y se convirtieron en azotes de los casinos de las Vegas y Atlantic City.
Posicionaban integrantes en las distintas mesas y comenzaban a jugar y contar. Cuando una mesa empezaba a producir altas ganancias, otro del grupo recibía señales para sentarse y apostar grandes cantidades.
En su cartera Lee aún lleva una tarjeta laminada cubierta con números escritos en letra muy pequeña. Representan 10.000 horas de reglas simuladas de Blackjack.
Según él, al memorizar la tarjeta el jugador tiene una mayor posibilidad de triunfo.
"Cualquiera puede hacerlo", sostiene.


Aventura de espía
Las tácticas usadas por el grupo no eran ilegales, pero los casinos colocaron a sus integrantes en una lista negra.

Unica tienen oficinas en ocho países.
Lee señala que burlar a los encargados de la seguridad de los establecimientos era uno de los aspectos que más le atraía de la aventura.
Para tal fin, recurría a disfraces como el del Apostador Asiático Loco. "Era como ser un espía". comenta.
En una de sus primeras incursiones trasladó los US$250.000 que ganó amarrados a su cuerpo.
"Nos interceptaban unas tres veces al año en el aeropuerto, pero estábamos muy organizados y teníamos un abogado a la mano", señala.
En una ocasión fue detenido, pero consiguió convencer a las autoridades de que no estaba transportando dinero proveniente del narcotráfico.
Las ganancias podían ser exorbitantes. Durante la inauguración de un casino un fin de semana en Connecticut los Anfibios se llevaron US$500.000.


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