El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton fue un "maldito estúpido" al cometer adulterio con Monica Lewinsky, y su esposa Hillary, aunque lo apoyó durante el escándalo, se sentía "furiosa y herida".
Con esas palabras, la esposa de Tony Blair, el ex primer ministro británico, narra su encuentro con la pareja presidencial estadounidense en la Casa Blanca pocos días después de que estallara el escándalo del caso Lewinsky, en 1998.
En un libro de próxima aparición, "Hablando por mí misma", del que aparecen extractos en el diario británico The Times, Cherie Blair dice que al enterarse de la infidelidad de Clinton reaccionó exclamando: "¡Oh, Bill, cómo pudiste!".
Sin embargo, en la primera visita que hizo a Washington con su esposo en calidad de primer ministro británico, pocas semanas después de que estallara el escándalo, ella no se sintió tentada a conversar con Bill Clinton sobre el tema.
Pero sí lo hizo con Hillary Clinton. "Para ella, lo más importante era no socavar la presidencia". Sin embargo, "estaba furiosa y ofendida, y con razón", comenta.
"Pude ver por mí misma lo enfadada que estaba. No sólo por haberla humillado sino por poner en peligro el proyecto común. Y vi también lo desesperadamente que él intentaba recuperar su aprobación", cuenta.
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