En siete semanas trasnformaron un Ford Focus en toda una orquesta sinfónica.Todo empezó un día de 1994 en que el compositor neoyorquino Bill Milbrodt abrió su garaje y se dio cuenta de que a su querido Honda del 84 le había llegado su hora.
Pero en lugar de despedirse de forma ortodoxa decidió llamar a su amigo escultor Ray Faunce, a sus mecánicos de toda la vida, además de a músicos, ingenieros, físicos y especialistas en metales metales.
Juntos desarrollaron el "Car Music Project", una banda que sólo toca partes de un automóvil.
"Desde entonces tocamos instrumentos hechos con distintas piezas de mi viejo Honda con un estilo musical bastante ruidoso pero divertido", dijo Milbrodt a BBC Mundo.
"Hasta que Ford nos contactó y nos pidió convertir un Ford Focus en toda una orquesta en cuestión de semanas"
A contrarreloj
"Lo más difícil fue entender que ellos no querían instrumentos que lo parecieran sino que tenían que sonar bien y disponíamos de muy poco tiempo".
Ray Founce, posa junto a su pieza favorita, el bajo hecho con un parachoques.
El diseñador de los instrumentos, Ray Founce, recién empezaba su carrera como escultor de metales cuando se vio envuelto en este singular proyecto.
"Fue divertido aprender de la historia de la diferentes familias de instrumentos, cómo se construyen tradicionalmente y cómo se ensamblan las piezas", explicó a BBC Mundo.
Si embargo, el tiempo apremiaba para el comercial de Ford, y Ray tuvo que dirigir un equipo de 22 personas, incluidos músicos, para diseñar un total de 30 instrumentos musicales en 7 semanas.
Así surgieron instrumentos de viento de los tubos de escape, de percusión de las piezas de un cigüeñal, guitarras del embrague y un enorme violoncello de la transmisión.
"Estoy particularmente orgulloso del bajo hecho con un parachoques", apuntó Faunce.
¿Cómo se toca un tubo de escape?
Andy Findon, un miembro de la Orquesta Sinfónica Nacional que vivió la experiencia nos lo explica.
Realmente es un buen instrumento para tocar. Andy Findon, músico
"No tiene teclas y se tiene que tocar como una flauta india o como un silbato irlandés, pero tiene un buen tono y el agujero para soplar está muy bien hecho", comentó.
"De todos modos, estoy acostumbrado a usar instrumentos poco usuales ya que una vez tuve que tocar botellas de cerveza y otra silbatos de caramelo".
Por el momento, estos peculiares instrumentos trascendieron lo comercial y se han convertido en toda una atracción que recorre en estos días las ciudades de Liverpool y Glasgow.
Finalizado su recorrido algunas piezas se subastarán, mientras que otras podrán verse en el Museo de Diseño de Londres.
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